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El cine español de los 80

¡Bienvenidos de nuevo a Spirit Of The 80s

No podemos olvidar que los 80 fueron una década de contrastes y en la que hubo una explosión de creatividad en todas su formas: música, artes, y  como no, también en el cine. 

 

Un vistazo general al ambiente español de la década de 1980

El cine español de la década de los 80 vivió a la par que una España salida del franquismo y la Transición. Durante esos años, el PSOE se hizo con dos mayorías seguidas y los artistas vivieron años de creatividad, libertad y tanteos dispares con todos los temas imaginables.

La censura había desaparecido hacía pocos años y la Movida influenciaba diferentes corrientes artísticas. Pilar Miró se encumbró como la encargada de elevar el cine español a niveles similares a los europeos y lanzó, desde su puesto en la Dirección General de Cinematografía, la polémica ley que lleva su nombre.

Pilar Miró

Ya por entonces, como hoy, las producciones norteamericanas eran de lo más seguidas y las salas de cine fueron dejándose por las novedades en televisión y la entrada del vídeo en los hogares.

Los primeros años se apostó por colaboraciones entre cineastas y Radio Televisión Española, sacando a la luz buenas producciones que tomaban los clásicos como fuente de inspiración. Pero había ganas de libertad, de todo lo que había sido prohibido, así que, al tiempo, diversas personalidades se desbancaron del sistema y apostaron por filmes con bajos presupuestos y un estilo estrafalario, al tiempo que las comedias y el cine de destape se hacían un hueco importante, sin que faltasen curiosos títulos que criticaban la situación de España desde el esperpento y la mirada más cruda.

Tiempos de experimentación y contrastes.

 

Autores y títulos de referencia

Un hombre que sigue produciendo y llamando la atención, como es Pedro Almodóvar, aparece en estos 80. No solo fue penetrando en el mundo del cine, afinando sus películas y convirtiéndose en una de las grandes referencias españolas, sino que participó activamente en la Movida. ¿Quién no le recuerda cantando junto a su inseparable McNamara?

Con diferente acogida y resultado, tenemos bastantes títulos suyos en esta década, como Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón (1980), Laberinto de pasiones (1982), Matador (1986) y Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988).

Mujeres al Borde de un ataque de Nervios

Otro personaje curioso de la época fue Antonio Ozores, quien compaginó cine con participaciones en el Un, Dos, tres. Es representante de una comedia donde el erotismo superficial se alía con locas situaciones. Así, salen títulos como Yo hice a Roque III (1980), El hijo del cura (1982) y No, hija, no (1987).

Si buscamos comedia con crítica y un título para la posteridad, no podemos olvidarnos de Amanece que no es poco (1989), de José Luis Cuerda. Una película con legiones de fans a día de hoy y ruta turística propia.

¿Y el terror y lo fantástico? Recortadas sus posibilidades por la ley Miró, mantuvieron la cabeza alta con películas como Mil gritos tiene la noche (1983), de Juan Piquer Simón y Angustia (1987), de Bigas Luna.

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